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Desde Ambato, el joven músico y productor Diego Cuesta le da vida a su proyecto solista El Domo Blanco (@eldomoblanco), de la mano de su álbum debut, titulado La mansión. Un trabajo que lleva la esencia del minimalismo como bandera y parte desde la tendencia do it yourself (hazlo tú mismo), siendo compuesto, interpretado, grabado y producido por Diego, en su estudio casero, en compañía de su hermano menor Juan Sebastián, quien se encargó de la mezcla y el mastering.

Además de contar con la colaboración de nóveles artistas como Baby Brad, Todo Norte, Pancho Pistolas, Alegría Vásconez y Madrid, también encargado del diseño de portada que cuenta con una fotografía de Dennis Silva (@dennisilvalba).

Disponible en plataformas digitales desde el pasado sábado, compuesto por nueve temas y con una duración aproximada de 34 minutos, La mansión se apega a algunas de las tendencias actuales como el trap y el noise pop en sus melodías y su composición lírica, que relata distintas etapas del amor, desde perspectivas que pueden ser graciosas. Tomando de ejemplo la canción Senna, donde se hace referencia al tricampeón mundial de Fórmula 1 Ayrton Senna, teniendo como temática principal una analogía a la velocidad y aceleración para enamorarse.

El álbum va desarrollándose de forma paulatina entre guitarras, sintetizadores y beats, coincidiendo discretamente con la monotonía, sin embargo, canciones como Abril en bossa nova y Doble suerte le brindan más dinámica a su desenvolvimiento.

Considero que El Domo Blanco cuenta con una interesante propuesta que como prioridad debe pulirse en aspectos técnicos como la mezcla y experimentar con distintas texturas y elementos sonoros; no obstante, su impronta empieza a hacerse notar en la música nacional independiente.

Hacer todo bajo propios medios (y riesgos) es algo digno de admiración. Esto puede acarrear fracasos y éxitos, pero ¿cómo saber los resultados si no hay la valentía de atreverse?